Su ufanan del título Católico, pero hacen lo contrario. En este colegio todo se queda en palabras y dicen que hacen pero no hacen nada. Los directivos son irrespetuosos con los padres de familia, es un negocio de familia cuyo único interés es el lucro.
Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill