Bethshalom ha sido una gran bendición para la vida de mi hijo, no solo por su excelente nivel académico sino por su acompañamiento en la formación espiritual.
Lo que más nos ha gustado del colegio es la calidad humana de todos sus integrantes (docentes, directivos, estudiantes y padres de familia) en donde se preocupan más por la persona, el ser más allá de la formación intelectual y es como una segunda familia para nuestros hijos y para nosotros como padres.