Mis hijos tuvieron la oportunidad de ser bachiller en esta institución con énfasis en comunicación (una de las tres a nivel nacional) que le a abierto las puertas de muchos lugares.
Doy gracias a esta institución por haberme permitido sentir orgulloso de mis hijos.
Se evidenciaron situaciones de maltrato psicológico a mis hijos por parte de algunos docentes. Al manifestar la inconformidad, las directivas, al ser en su gran mayoría miembros de una misma familia, para protegerse entre sí, acomodan las situaciones a su conveniencia en contra de quien les reclame, no reconocen su equivocación, no hacen procesos de reparación con los niños y al contrario, ante alguna reclamación sugieren que si a uno “no le gusta así” que busque para donde irse porque ellos “son así y nada va a cambiar”. Muy triste.