Para nosotros es la verdadera extensión de nuestro hogar, cuando nuestra hija asiste a su colegio es como si siguiera en casa, lo mismo sucede con nosotros su familia, es una institución que nos llena de confianza y esperanza con un elemento adicional, la seguridad de saber que estamos rodeados de l
El colegio no es perfecto, pero definitivamente excelente. Gran equilibrio entre amor y disciplina con los estudiantes, y énfasis en la vida personal con Dios de cada uno de ellos.