Académicamente atrasan los estudiantes, la educación es baja, las instalaciones pesimas (salones, baños, hasta las sillas rotas), el desaseo es evidente siempre, incluyendo que afuera en la entrada siempre hay una persona en condición de calle durmiendo, la falta de valores empezando por un saludo de los docentes nunca se escucha, los docentes llegan mas tarde que los estudiantes. No lo recomiendo en ningún sentido.
Sentimos que al escoger el Jardín Stanford como primera institución educativa para nuestro hijo, fue una de las mejores elecciones de nuestra vida. Nos sentimos tranquilos al ver el profesionalismo con el que se desempeñan todos los trabajadores del jardín y con el amor y dedicación que le entregan