El Gimnasio Campestre Beth Shalom es un lugar seguro donde nuestros hijos crecen no solo en el área académica, sino en el área emocional, social y espiritual. Crecen sabiendo que han sido llamados a transformar su entorno y por esto necesitan una formación especial y diferente.
10 años cumplió mi hijo en esa institución y espero verlo graduado de alli, qué decir, ha marcado su personalidad y carácter, fue la eleccion más acertada forman excelentes seres humanos. Solo tengo agradecimientos para el Colmac.